El autoconsumo directo sigue destacando como la opción más rentable para cualquier consumidor medio en España, dentro de las distintas opciones que la fotovoltaica ofrece. A pesar de la legislación confusa y poco favorable, la tendencia demuestra que el consumidor sigue apostando por este tipo de solución debido principalmente a la conjunción de 2 situaciones: la subida continua de los costes de la energía en la factura eléctrica y la bajada notable en los costes de una instalación fotovoltaica. Esto provoca una gran rentabilidad en estas instalaciones así como grandes ahorros al consumidor, con unos ratios de retorno de la inversión que se mueven entre los 4 y los 5 años.
Qué otros motivos hay para apostar por el autoconsumo?
Aparte de las grandes ventajas que conlleva para el consumidor, existen otros motivos por los que en Sinergias Energéticas estamos convencidos de que el autoconsumo es la opción hacia la que debe tender el mercado energético español.
El primero de todos es la eficiencia: producir la energía donde va a ser consumida es la forma más eficiente de producción, pues evitamos las pérdidas y los sobrecostes que se producen en el transporte de la electricidad. Un segundo motivo sería la generación de empleo local. Las instalaciones han de ser proyectadas, montadas y mantenidas, lo que conlleva una demanda de profesionales del sector fotovoltaico en los lugares donde se está produciendo la energía. Gracias al autoconsumo, esta generación de empleo sería mucho más descentralizada y distribuida por todo el territorio español.
Con frecuencia se suele hacer referencia a que España carece de grandes fuentes de materias primas (y siempre que se hace esta afirmación se está pensando en petróleo y gas natural). Pero esta afirmación es completamente falsa. España posee, y este sería un tercer motivo por el que promover el autoconsumo, una materia prima en abundancia: un índice de radiación solar alto, el más alto de Europa, sólo equiparable al de algunas zonas del sur de Turquía.
Esta energía bruta que recibimos del Sol es un regalo que, por el momento, no estamos aprovechando como deberíamos. Países como Reino Unido, no precisamente famoso por su tiempo soleado, instaló en 2015, unas 70 veces más energía solar que España. Sin duda, algo está fallando.
Y un motivo quizás con frecuencia olvidado, es el cambio en la mentalidad de la sociedad: las personas se están concienciando, a pasos agigantados, de que debemos hacer algo contra el cambio climático. Y una de las opciones que más al alcance de la mano tienen es autoproducir su energía. Este cambio, que los profesionales del sector vemos a diario, es y será, sin ningún tipo de duda, una de las mayores fuerzas impulsoras del autoconsumo en España.
Autoconsumo y los compromisos de España en el Acuerdo de París
De los puntos firmados y adoptados en el Acuerdo de París COP21 el 12 de diciembre de 2015 (195 países se comprometieron a que la temperatura media del planeta no supere en más de 1,5ºC la temperatura preindustrial (totalmente vinculante, se revisará al alza cada 5 años)), y de otros acuerdos y normativas vigentes de la CEE como la 2009/28/CE, con sus objetivos 20-20-20 (reducir las emisiones de GEI en un 20%, reducir un 20% el consumo de energía gracias a la eficiencia energética y que el 20% de toda la energía producida sea de origen renovable, con límite en el año 2020), se derivan una serie de actuaciones de obligado cumplimiento para España, país que está aún muy lejos de cumplir estos objetivos. Pero hay un dato positivo: estamos a tiempo. Tenemos hasta el año 2020 para conseguirlo. Pero si estos cambios necesarios no llegan a producirse, provocarán un incumplimiento de lo firmado y en algunos casos la multa mediante sanciones económicas.
Para evitar esto, la solución pasa por promover el autoconsumo, con una legislación clara y favorable, que dé seguridad a todos los agentes del sector (tanto profesionales como consumidores). Además, la eliminación total de fuentes de energía como el carbón o la nuclear y su sustitución por la que es hoy día la fuente de energía más barata, la energía solar, abarataría notablemente el precio de referencia del MWh con el que se calcula el precio del kWh que acabamos pagando en nuestra factura. Lo que reduciría la factura eléctrica de todos los españoles.
En definitiva, el fomento del autoconsumo nos llevará a un escenario en el que España consigue alcanzar sus acuerdos a nivel internacional en materia energética, los españoles logran un precio del kWh más barato y el sistema se comporta de una manera más justa y eficiente.
Empresa especializada en energía solar fotovoltaica y eficiencia energética.