El autoconsumo de electricidad, un modelo cada vez más popular.
Los avances tecnológicos ahora permiten generar energía localmente y en cantidades controladas. Dentro del sector eléctrico, la tecnología solar fotovoltaica (PV) es particularmente adecuada para este propósito, ya que los paneles instalados en los techos pueden abastecer directamente a hogares, empresas, granjas y fábricas. La energía generada a partir de estas unidades individuales se puede vender o consumir. Sin embargo, la rentabilidad de los sistemas de autoconsumo, que son caros al principio, aún está lejos de ser garantizada, en particular para los consumidores individuales.
Hay dos tipos principales de autoconsumo:
- El autoconsumo parcial se produce cuando parte de la energía generada se consume en el sitio y la producción excedente se inyecta en la red. Este excedente puede ser comprado por un operador, aunque este no es el objetivo principal.
- El autoconsumo total, como su nombre lo indica, es cuando toda la energía generada se usa en el sitio y no se inyecta ningún excedente en la red. Esto significa bloquear el excedente de energía en ciertos momentos o almacenarlo en un sistema de batería.
Tasa de autoconsumo
Asegurar que las fases de generación y autoconsumo ocurran simultáneamente es difícil. Es más fácil lograr este equilibrio en grandes instalaciones profesionales, como supermercados, granjas y fábricas, que en los hogares, en Europa, en cualquier caso.
En el mejor de los casos, un hogar consume entre el 20% y el 50% de su energía solar autogenerada. Explicar la debilidad de la tasa de autoconsumo es simple: se genera más energía al mediodía, cuando el sol está en su punto más alto pero las casas a menudo están vacías, mientras que el consumo máximo a menudo ocurre durante la mañana y la tarde de 7 pm a 10 pm, cuando las familias son las más activas en el hogar. Hay una serie de soluciones a esto. Los consumidores pueden usar un sistema de batería para almacenar electricidad y consumirla cuando la necesitan. Sin embargo, las baterías siguen siendo costosas. Los consumidores también pueden cambiar sus tiempos de consumo, por ejemplo, calentando el suministro de agua doméstica o programando la lavadora para que funcione durante el día. Algunos comentaristas incluso han notado una tendencia hacia el «consumismo concienzudo», ya que las personas son cada vez más conscientes de cómo usan la energía.
En oficinas y supermercados, la tasa de autoconsumo puede alcanzar el 90%, ya que la energía generada durante el día se utiliza en los momentos pico.
Al mismo tiempo, se están realizando pruebas para maximizar el autoconsumo mediante la agrupación de energía, por ejemplo, en un vecindario determinado. Como resultado, las oficinas, los espacios comerciales y los hogares están conectados a la red. También hay proyectos que apuntan a utilizar el excedente de energía para cargar baterías de vehículos eléctricos, que se prevé que se generalicen en el futuro.